viernes, 27 de noviembre de 2015

LA NUTRICIÓN EN LOS TRASTORNOS TIROIDEOS II: HIPERTIROIDISMO Por: Isabel Morillo Glez. de Villaumbrosía.

Isabel Morillo Glez. de Villaumbrosía.
Grado en Nutrición Humana y Dietética
LA NUTRICIÓN EN LOS TRASTORNOS TIROIDEOS II







HIPERTIROIDISMO o aumento de la producción de hormonas tiroideas por la glandula tiroides.
·       La causa más frecuente de hipertiroidismo es la enfermedad de Graves-Basedow, una enfermedad autoinmune que se da con mayor frecuencia en mujeres. Si existe mucha hormona tiroidea, todas las funciones del organismo tienden a acelerarse; por ello, muchos síntomas del hipertiroidismo se relacionan con el nerviosismo, la irritabilidad y otros que, en un principio, se pueden relacionar con el estrés.

·       La American Thyroid Association publica que la causa más frecuente, en más del 70% de las personas, es la sobreproducción de hormona tiroidea por parte de la glándula tiroides, condición conocida como enfermedad de Graves; ésta es causada por anticuerpos en la sangre, los cuales estimulan a la glándula tiroides a crecer y a segregar exceso de hormona. El tratamiento médico consiste agentes antitiroideos, yodo radioactivo, etc..·      El hipertiroidismo presenta distintas variantes y causas, pero en todos los casos es razonable revisar el consumo de alimentos con el objetivo de regular nutricionalmente las carencias y excesos metabólicos derivados de cada patología.
·      Los alimentos que tienen un efecto supresor o inhibidor de la formación de hormonas tiroideas son los goitrógenos , y entre ellos están los que contienen sustancias cómo los glucosinolatos o tioglucósidos, glucósidos y polifenoles.


Consecuencias y manifestaciones:
Adelgazamiento ( por aumento de catabolismo celular)
Intolerancia al calor
Mirada brillante, y retracción del párpado superior. (por estimulación simpática).
Exoftalmia
Piel caliente y húmeda, con aumento de la sudoración.
Nerviosismo, intranquilidad
Hiperglucemia
Pérdida de masa muscular
Pérdida de audición
Cabello fino, poco resistente, encanece precozmente. Onicolisis ( separación de la uña del lecho ungueál)
Disminución de triacilglicéridos y colesterol
Pérdida de fuerza, atrofia debida al incremento del catabolismo muscular
Dificultades con la memoria, pérdida de capacidad de concentración
Temblor
Aumento de la frecuencia cardiaca
Taquicardia, disnea
Aumento del apetito, diarrea























Son alimentos recomendables para el hipertiroidismo todos aquellos que disminuyen la producción de tiroxina, hormona que regula el metabolismo e influye sobre el estado emocional.

  • Dentro del grupo de alimentos recomendables están aquellos ricos en ácidos cafeico y clorogénico, también los ricos en ácido elágico y rosmarínico así como los ricos en litio, por su efecto inhibidor sobre la absorción o captación del yodo. 
  • Los alimentos de la familia de las crucíferas, (ricas en glucosinolatos),por su capacidad para inhibir la absorción del yodo; col, coles de Bruselas, rábanos, colinabo, nabo, coliflor, escarola, lombarda, berza, brócoli.

  • La zanahoria y las espinacas, también ricas en glucosinolatos o tioglicósidos al igual que las crucíferas, tienen también un efecto inhibidor sobre la formación de hormonas tiroideas. Conviene tomarlas cocidas moderadamente para evitar que se destruyan estos compuestos por efecto del calor. Las legumbres y los cacahuetes son también muy ricos en ácidos clorogénico y cafeico. El apio, las naranjas, los limones, las calabazas, los higos, o la lechuga, también ricos en ácido cafeico.Los pimientos, los pepinos, las zanahorias, aguacates, ciruelas, berenjenas, melocotones, albaricoques, peras y fresas.Los frutos secos como las castañas o las nueces, también son muy ricos en ácido elágico.
  • Trigo. 
  • Frutas como la granada o la uva poseen un elevado contenido en ácido elágico que regula la producción de hormonas tiroideas, disminuyéndolas.
Hay alimentos que se deberían evitar cuando existe hipertiroidismo, ya que estimulan la producción de hormonas en la tiroides (alimentos hipertiroidales). En general, se trata de alimentos con alto contenido en yodo.

  • Entre los principales alimentos ricos en yodo: ajo, la avena, coco, avellanas, fresas, pipas de girasol, lentejas, tomates, manzanas, mangos, dátiles, pistachos, anacardos, nueces del Brasil, piñas, guisantes, almendras, albaricoques, espinacas, judías y maíz.
  • Hierbas o especies que deberían evitarse: hinojo, ginseng, canela.
  • En general, las algas marinas contienen mucho yodo, especialmente la especie Fucus vesiculosus. y las algas kelp.
  • Sal yodada
  • Vitaminas y suplementos alimenticios, especialmente a base de algas.
  • Leche, helados, yogur y mantequilla.
  • Pescado en general, marisco, moluscos y algas.
  • Comidas y bebidas, procesadas o no, que contengan carragenatos, agar-agar, alginatos o algas nori, y iodatos.
  • Yemas, y huevos enteros.



Fuentes:
· American Thyroid Association. Disponible en: http://www.thyroid.org/low-iodine-diet/· Manual de Patología General. Jose Luis Pérez de Arellano. Ed. Elsevier 7ªEdición 2013· Diet and thyroid - myths and facts Sharma Ruchita, Bharti Shantanu, Kumar K. V. S. Hari Year : 2014 | Volume:  3 | Issue Number:  2 | Page: 60-65. Disponible en: http://jmnn.org/article.asp?issn=2278-1870;year=2014;volume=3;issue=2;spage=60;epage=65;aulast=Sharma· American Thyroid Association. Disponible en: http://www.thyroid.org/low-iodine-diet/· Manual de Patología General. Jose Luis Pérez de Arellano. Ed. Elsevier 7ªEdición 2013· Diet and thyroid - myths and facts Sharma Ruchita, Bharti Shantanu, Kumar K. V. S. Hari Year : 2014 | Volume:  3 | Issue Number:  2 | Page: 60-65. Disponible en: http://jmnn.org/article.asp?issn=2278-1870;year=2014;volume=3;issue=2;spage=60;epage=65;aulast=Sharma











HIPERURICEMIA Y GOTA. Por: Ricardo Lanza San Millán

Por: Ricardo Lanza San Millán

Los médicos hablan de hiperucemia cuando el nivel de ácido úrico en sangre se sitúa por encima de los valores normales. Como consecuencia de tal exceso se forman cristales de ácido úrico, los cuales pueden depositarse en las articulaciones; de esta manera se produce una enfermedad articular inflamatoria que recibe el nombre de gota. Con frecuencia la hiperuricemia se relaciona con el síndrome metabólico y sus consecuencias.
El ácido úrico es un producto de degradación de las purinas, las cuales están presentes en el núcleo celular. Al metabolizar los alimentos o las propias células del organismo, se forma ácido úrico, el cual en el organismo sano es transportado hasta los riñones y eliminado a través de la orina.
Generalmente, una concentración elevada de ácido úrico en sangre se debe a una predisposición genética; el organismo no es capaz de descomponer el ácido úrico en suficiente cantidad o los riñones no pueden eliminarlo convenientemente. Mucho menos frecuente es el aumento en la producción de ácido úrico por parte del organismo. La mayoría de los ataques de gota están causados por una hiperuricemia. Sin embargo, no toda hiperuricemia deriva en un ataque de gota, sino que depende de la dieta que siga la persona y de la predisposición individual.

El ácido úrico llega a la sangre por dos vías: una gran parte, proviene de la producción propia del organismo como producto final del metabolismo proteico y una parte más pequeña se forma a partir de la ingesta de alimentos ricos en purinas y de su metabolización. Cuando existe una alteración de la excreción o existe un exceso de ácido úrico en sangre, este puede lesionar la pared interna de los vasos sanguíneos y pueden formarse cristales de ácido úrico que en determinadas circunstancias pueden depositarse en las articulaciones o los órganos.

Antiguamente, la gota era considerada una enfermedad de ricos: las purinas se encuentran básicamente en alimentos de origen animal y solo las personas adineradas podían comer carne diariamente.
Hoy en día, podemos acceder en todo momento a productos cárnicos baratos en cualquier lugar. Así pues, no es de extrañar que haya crecido el porcentaje de varones y de mujeres que presentan niveles de ácido úrico en sangre elevados, la causa de la gota. Dado que el alcohol inhibe la excreción de ácido úrico por el riñón, la uricemia aumenta todavía más por el consumo de carne en grandes cantidades combinado con el consumo diario de alcohol.

Los niveles normales de ácido úrico en sangre están por debajo de 7,0 mg/dl en el hombre y de 6,0 mg/dl en la mujer. Se habla de hiperuricemia cuando la concentración es superior a 9 mg/dl, tanto en hombres como en mujeres, valor a partir del cual se forman cristales de ácido úrico.

Cuando existe una predisposición, el riñón ya no es capaz de excretar en cantidad suficiente el exceso de ácido úrico y, además, frecuentemente se altera la función del metabolismo de las purinas. Cuando la uricemia es muy elevada, los cristales de ácido úrico precipitan y, entre otros, se depositan en las articulaciones, lo que provoca una inflamación extremadamente dolorosa. Si no se descubre la hiperuricemia ni la gota resultante, además de los depósitos articulares pueden aparecer piedras renales (depósitos de ácido úrico en los riñones) y tofos gotosos (en el tejido cutáneo).

Cuando los niveles de ácido úrico en sangre son altos es imprescindible recomendar una dieta baja en purinas.

Por regla general cuando existe hiperuricemia deben seguirse las siguientes recomendaciones:
  • Conseguir normopeso y mantenerlo estable. ¡Nop seguir ninguna dieta estricta para perder peso! Las curas de ayuno y las dietas pobres en hidratos de carbono favorecen la formación de los así llamados cuerpos cetónicos, los cuales inhiben la excreción del ácido úrico a través de los riñones; como consecuencia aumenta la uricemia.
  • Actividad física moderada regular -pero no actividad extrema-.
  • Evitar el alcohol. El alcohol inhibe la excreción del ácido úrico a través de los riñones y aumenta la liberación de purinas en sangre, situaciones que pueden desencadenar un ataque de gota. La cerveza (también sin alcohol) tiene el efecto más intenso, ya que por sí misma también contiene purinas.
  • Comer con regularidad, a ser posible comidas no demasiado copiosas.
  • Alimentación basada en los vegetales, con productos lácteos desnatados y poca carne y embutidos.
  • Como máximo una vez al día carne, pescado, embutidos o legumbres. Un exceso de proteína (sobre todo animal) en la dieta inhibe la excreción del ácido úrico a través del riñón.
  • Beber de 2 a 3 litros al día, preferiblemente de agau mineral rica en potasio, infuisiones y zumos de fruta diluidos.

BIBLIOGRAFÍA
Betz A. Tabla de la correcta alimentación. Barcelona: Editorial Hispano Europea, S.A.; 2011.


Thews G., Mutschler E., Vaupel P. Anatomía, fisiología y patofisiología del hombre. Barcelona: Editorial Reverté, S.A.; 1983.

                                                                  Ricardo Lanza San Millán

HIPOPITUITARISMO. Por: Ricardo Lanza San Millán

Por: Ricardo Lanza San Millán

El hipopituitarismo es el cuadro clínico originado por déficit parcial o completo de la función hipofisiaria.
Las manifestaciones clínicas dependen de la extensión del déficit y del tipo de hormona u hormonas que se afectan, así como de la velocidad de instauración del cuadro.

Para que aparezcan las manifestaciones clínicas, es necesario que haya una destrucción superior al 75% de la glándula hipofisiaria. Si la lesión afecta solo a alguna de las hormonas hipofisiarias, se habla de hipopituitarismo parcial; hablándose de panhipopituitarismo cuando todas ellas están involucradas.

Las causas de hipopituitarismo son:
  1.  Tumores hipofisiarios
  2. Tumores para hipofisiarios: craneofaringioma, meningioma, metástasis de cáncer de mama o de pulmón, cordomas, gliomas.
  3.  Latrógeno:cirugía y radioterapia de lesiones hipofisiarias o de sus proximidades.
  4.  Infarto pituitario: síndrome de Sheehan.
  5. Infiltración de la glándula hipofisiaria: sarcoidosis, hipófisis linfocítica, hemocromatosis, histiocitosis X...
  6. Silla turca vacía.
  7. Infección: tuberculosis, abcesos pituitarios.
  8.  Traumatismos
  9.  Déficits aislados de hormonas liberadoras hipotalámicas: síndrome de kallman, etc.


El cuadro clínico del hipopituitarismo depende del número de hormonas implicadas en el déficit y de la edad el paciente. En los niños es más evidente el déficit de crecimiento, y en los adultos los síntomas de hipogonadismo.

El defecto de secreción de hormona del crecimiento (GH) provoca un importante retraso del crecimiento en la edad infantil. En el adulto, se asocia a una disminución de la sensación de bienestar y a un peor estado de salud y calidad de vida, así como alteraciones en la composición corporal (disminución de masa magra y agua total del organismo, y aumento de la masa grasa).

El hipogonadismo se manifiesta por amenorrea en la mujer. En el hombre ocasiona disminución de la libido y potencia sexual, y a más largo plazo de los caracteres sexuales secundarios.

El déficit de TSH (hormona tirotropa) causa un síndrome clínico de hipotiroidismo, caracterizado por intolerancia al frío, sequedad de la piel, somnolencia, bradicardia, estreñimiento, voz ronca y anemia, si bien de una severidad menor que cuando se trata de hipotiroidismo primario. Es clásico la ausencia de bocio.

El déficit de ACTH (hormona adrenocorticotropa) origina una insuficiencia corticoadrenal, con características clínicas semejantes a las del fallo adrenal primario: debilidad, náuseas, vómitos, anorexia, pérdida de peso, fiebre e hipotensión.

La instauración del hipopituitarismo puede ser muy lenta y progresiva, por lo que frecuentemente pasa desapercibido y sólo se evidencia en un periodo de estrés o infección intercurrente.

En el síndrome de Sheehan o infarto hipofisiario posparto, el cuadro característico es de un alumbramiento complicado con hemorragia e hipotensión o shock, que se resuelve con tratamiento médico. Tras el parto no se produce lactación debido al déficit secretor de prolactina, no reaparece la regla, o si ésta se produce, vuelve a desaparecer al cabo de unos meses, para ulteriormente producirse involución mamaria.

El diagnóstico del hipopituitarismo quedará centrado en los siguientes aspectos:
  • Exploración física

Los pacientes tienen normo o discreto sobrepeso, su piel es fina, pálida y lisa con arrugas finas en la cara. El vello pubiano es escaso o está ausente y hay atrofia genital. En los casos más severos puede haber hipotensión postural, bradicardia, disminución de fuerza muscular y enlentecimiento de los reflejos osteotendinosos.
  • Analítica general
Suele hallarse discreta anemia, tendencia a la hipoglucemia e hiponatremia.
  • Estudios hormonales

  1. Determinaciones basales.

Las concentraciones basales de hormonas hipofisiarias, así como las de las glándulas periféricas dependientes de las mismas están bajas. Se valorarán niveles de:
- LH y FSH, testosterona en el varón y estradiol en la mujer.
- T4 libre y TSH.
- Cortisol y ACTH por la mañana.
- Prolactina.
- IGF-1 (aunque es normal en el 25-50% de los pacientes con déficit de GH demostrado).

       2.  Test dinámicos:

Habitualmente no es necesario realizar tests dinámicos. En caso de necesidad se puede realizar con las debidas precauciones un test múltiple de estimulación hipotálamo hipofisiario, que incluye hipoglucemia inducida por insulina para medir GH y cortisol, respuesta de prolactina y TSH al TRH y respuesta de gonadotropinas al LH-RH.

  • Diagnóstico etiológico
Debe realizarse una resonancia magnética nuclear (RMN) con contraste de la región hipotálamo-hipofisiaria.


El hipopituitarismo se trata habitualmente reemplazando las hormonas de las glándulas periféricas; sólo excepcionalmente utilizamos las hormonas trópicas hipofisiarias o hipotalámicas. Una excepción es la sustitución de la hormona de crecimiento que ha de hacerse con la propia hormona.

BIBLIOGRAFÍA
Pallardo Sánchez LF. Endocrinología clínica. 2º Edición. Madrid: Ediciones Díaz Santos, S.A.; 2010.

Arribas Castrillo JM, Vallina Álvarez E. Endocrinología médica y metabolismo. 4º Edición. Oviedo: Ediciones de la Universidad de Oviedo; 2007.

                                                                                        Ricardo Lanza San Millán

lunes, 16 de noviembre de 2015

HIDRATACION COMO TRATAMIENTO A LA OBESIDAD Por: Ignacio García Tablado

AGUA ALCALINA COMO TRATAMIENTO A LA OBESIDAD



Ignacio García Tablado
Universidad Isabel I  
   
Antes de hablar del agua alcalina y como aplicarla a una dieta de reducción calórica, debemos entender el concepto de potencial de hidrógeno (PH), y la importancia de una buena hidratación.

El PH se mide por una escala que va desde el 1(extremo acido) al 14 (extremo alcalino) siendo 7 el punto neutro. Cuanto más alto sea el PH, mayor número de moléculas de Oxígeno y menos de Hidógeno.
El Agua mineral tiene un PH 7, es decir, un PH neutro, sin beneficios para la salud ni para el rendimiento físico.
Todas las bebidas que bajan de PH 7 (PH ácido) son dañinas para la salud.







Una vez entendido el concepto de PH, podemos hablar de los beneficios del agua alcalina.

Según numerosos estudios, alrededor de un 75% de la población mundial padece deshidratación crónica, la OMS recomienda ingerir 2.9 L de agua al día para adultos sedentarios y 4,5 L para adultos activos (datos de 2003), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria 2,5 L (datos 2010).
La persona promedio consume tan solo 0,5 litros de agua al día, consumiendo el resto de líquidos en forma de café, té, refrescos o zumos, bebidas demasiado ácidas.
De hecho, todas las bebidas comercializadas, producen una gran cantidad de ácidos, incluyendo las bebidas deportivas, zumos de frutas, bebidas energéticas, café, leche etc. No debemos olvidar que los ácidos irritan nuestro tracto gastrointestinal, por lo que podemos encontrarnos con problemas como la dispepsia y la pirosis.
El adulto promedio pierde diariamente de 2.5 a 3 l de fluidos a través de la transpiración, respiración, orina, heces… eso sin sumar que, si realizamos ejercicio físico, perderemos más cantidad de líquidos (ver tabla).





Hay que tener en cuenta que no todo el agua que obtenemos es a través de líquidos, el agua también es producida por la oxidación de los sustratos con contenido en hidrógeno o de los nutrientes que generan energía (la producción de agua metabólica es proporcional a la ingesta de energía).
Así pues, la producción de agua metabólica es proporcional a la ingesta de energía. Se calcula que la producción de agua metabólica representa aproximadamente entre 250 y 350mL/día para las personas sedentarias (EFSA 2010) pero puede aumentar hasta 600 mL/día con una actividad física (Pivarnik y Palmer 1994).





Por tanto, cabe pensar que no estamos bebiendo, ni la calidad ni cantidad adecuada de líquidos para hidratar nuestras células. Es por ello que el cuerpo humano recurre a la retención de líquidos. Otro mecanismo al que el cuerpo recurre al encontrarse deshidratado es a aumentar la sensación de hambre (como expuse anteriormente, también se obtienen líquidos a través 
Además de todo lo expuesde los alimentos)
to anteriormente, el cuerpo humano está formado en aproximadamente un 60% por agua, siendo este porcentaje mayor en personas activas debido a que los músculos contienen mayor porcentaje de agua que el tejido graso.








Una vez expuesta la importancia de una  buena hidratación, y el concepto de PH, pasare a abordar la importancia del PH en nuestro organismo:

Para que nuestras células funcionen de forma correcta, su PH debe ser ligeramente alcalino, alrededor de 7,4, ya que nuestro cuerpo permanentemente trata de regularse para no caer en acidez metabólica, por ello, es recomendable consumir un agua alcalina con un PH altamente alcalino que ayude en el proceso de eliminar los desechos ácidos que consumimos a lo largo del día, consiguiendo de esta forma equilibrarnos para así mantenernos siempre en un estado saludable.

En personas con obesidad, el tratamiento nutricional juega un papel fundamental.
La dieta de una persona con esta patología debe ser hipocalórica, habría que disminuir las kcal entre 500 y 600 kcal al día y realizar ejercicio físico, siendo recomendable el de tipo aeróbico.
Por tanto, los principales beneficios que podrían obtener estas personas de un consumo adecuado de agua, y en especial de agua alcalina son los siguientes:


  • Mayor absorción de nutrientes: con la acidez, las membranas de las células se hacen menos permeables, y su absorción de nutrientes es mucho menor. Esto ayudaría a que, pese a las restricciones calóricas, el paciente continuase sintiéndose con energía
  • Mejor digestión: al tener un PH más alcalino, la sangre almacena más oxígeno, lo que ayuda a limpiar residuos celulares y a digerir los alimentos más rápidamente, lo cual puede ayudar a tratar la pirosis y la dispepsia.
  • Mayor hidratación: al tener un PH más alto, contiene más moléculas de oxígeno que de hidrógeno, con lo que hidrataremos de forma más adecuada al organismo.
  • Ingesta de electrolitos sin azúcares añadidos: las bebidas comerciales de agua con ph elevado suelen estar enriquecidas con electrolitos como calcio, magnesio, fósforo, potasio, sodio… esenciales para el organismo y que son perdidos mediante el sudor. Esto, dado que el  paciente debería hacer ejercicio aeróbico, y que, posiblemente, no este familiarizado con este tipo de ejercicio, será de gran ayuda. Además, el hecho de que no contenga azucares añadidos nos ayudará a mantener estables los niveles de insulina en sangre.
  • Frena el envejecimiento: la acidez perjudica el trabajo de las enzimas encargadas de los procesos de reparación y celular y de defensa del organismo, con lo que el procedimiento de envejecimiento celular se acelera.
  • Reduce la sensación de hambre: obtenemos agua a partir de los alimentos, por tanto, con una adecuada hidratación, ayudaremos a reducir la sensación de hambre.
  • Ayuda a eliminar grasas: los niveles de oxígeno en sangre se incrementan con una buena hidratación (más aún si el agua ingerida tiene PH alto), por lo cual, se dispondrá de más oxígeno para obtener energía a través de la oxidación de las grasas.


BIBLIOGRAFÍA:

Eroski consumer. Los españoles beben dos litros de líquidos al día, sobre todo de leche y batidos. [Internet] [18 de junio de 2003][Español]Disponible en: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/2003/06/17/62573.php

H4H Hidratation for health. Agua e hidratación. Bases fisiológicas en adultos. Agua en el cuerpo. [Internet] [Español] Disponible en: http://www.h4hinitiative.com/es/academia-h4h/laboratorio-de-hidratacion/hidratacion-para-los-adultos/agua-en-el-cuerpo

Aguabios.com [Internet] [Español] Disponible en: http://www.aguabios.com/index.html

Aquaph9.es [Internet] [Español] Disponible en: http://aquaph9.es/beneficios

INSULINA Y DESARROLLO MUSCULAR. Por: Ignacio García Tablado

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LA IMPORTANCIA DE LA INSULINA EN EL DESARROLLO MUSCULAR. COMO APROVECHAR LOS PICOS DE INSULINA.

Ignacio García Tablado
Universidad Isabel I     


Primeramente, expliquemos brevemente que es la insulina;

La insulina es una hormona natural procedente del páncreas que, en respuesta a altos niveles de azúcar, su principal función es controlar los niveles de azúcar del cuerpo, aunque también estimula la captación celular de, aminoácidos, potasio y nucleótidos, necesaria para la síntesis de tejidos, por ello, es la hormona más anabólica del cuerpo.

Por consiguiente, también evita el catabolismo, o séase, la destrucción de tejidos para obtener energía.


Básicamente, recoge glucosa de la sangre y la lleva a los tejidos para que obtengan la energía necesaria para sintetizar tejidos.la

Hay varias formas de elevar los niveles de insulina:

1.      La principal: ingesta de glucosa (carbohidratos)
2.      Ingesta de determinados aminoácidos, ácidos grasos y cetonas.
3.      La activación de los receptores B2 del páncreas por el sistema nervioso simpático.

Por tanto, una comida compuesta principalmente por proteínas, grasas y muy baja en carbohidratos, producirá una respuesta glucémica reducida, mientras que una comida rica en carbohidratos simples (como el azúcar) causará una gran respuesta glucémica.

Su funcionamiento el siguiente; cuando aumenta la glucosa sanguínea fruto de una ingesta de carbohidratos, aumenta la insulina. Si los niveles de glucosa en sangre descienden, descienden los niveles de insulina, por lo que normalmente alcanzamos el pico mínimo por la mañana, tras haber pasado la noche en ayunas.



Hablemos de la principal forma de alterar los niveles de insulina; al aumentar la glucosa, el páncreas segrega insulina. Esta hormona envía una señal para que los hepatocitos (células del  hígado), miocitos (células musculares) y adipocitos (células grasas) absorban el exceso de glucosa, restableciendo el nivel de glucosa en sangre.
En los músculos y el hígado, la glucosa se convierte en glucógeno, pero la cantidad de glucógeno que el hígado y los músculos pueden almacenar es limitada, además, si no has realizado ejercicio, tanto el hígado como los músculos tiene sus reservas llenas, por lo que el cuerpo almacena el exceso de glucosa en forma de grasa.


Resumiendo: tener altos los niveles de insulina nos va a servir para crear músculo (aunque también hará que las células grasas absorban toda esa glucosa, lo que incrementará la síntesis de triglicéridos y disminuirá la liberación de ácidos grasos y glicerol).
Por tanto, la insulina hará que obtengas gran cantidad de músculo, pero también gran cantidad de grasa. Es por ello que debemos conocer cómo funcionan los picos de insulina para, de esta manera, poder utilizarlos a nuestro favor.







Los picos de insulina


Al producirse un pico de insulina, no se produce catabolismo porque al disponer de glucosa en sangre no es necesario degradar tejidos para obtener energía; además, se estimula la síntesis proteica, es decir, se construye músculo.

A primera vista podría parecer que al estimular la insulina, crearíamos más músculo, pero es muy importante señalar que además de la síntesis proteica, también se estimula la síntesis de grasas a partir de los carbohidratos que el cuerpo ha ingerido y que no necesita.

Otro efecto de los picos de insulina es que producen una bajada drástica de la glucosa, normalmente, incluso por debajo del nivel en que se encontraba previamente a la ingesta de azúcares,  lo cual, provoca que no llegue suficiente al cerebro, puede ocasionar mareos, mal humor, sensación de cansancio y más sensación de hambre.

Para evitar esto, es necesario saber cuándo es conveniente provocar un pico de insulina, así como medir y planificar la cantidad de calorías que debemos consumir.



Cuándo y cómo producir un pico de insulina para desarrollar la musculatura.

Si queremos desarrollar la musculatura, uno de los momentos en que es importante producir un pico es en el post-entreno.
Tras un duro entrenamiento, los niveles de glucógeno muscular se encuentran bajo mínimos, por lo que, “forzar” un pico de insulina ayudará a desarrollar los músculos, provocando que obtengan mas nutrientes, como aminoácidos o glucosa. Por tanto, al finalizar el entrenamiento, además de la ingesta proteica, es recomendable añadir algún tipo de carbohidrato simple (alto IG).

Otro momento  para producir un pico insulínico es por la mañana, en ayunas, ya que, como indiqué anteriormente, es el momento en el tenemos menor nivel de insulina, y es la forma de detener el catabolismo.

Finalmente, para las personas ectomorfas que tengan gran facilidad para catabolizar y les cueste mucho obtener ganancias musculares, podría ser interesante provocar un pequeño pico de insulina (una ingesta de alimentos de índice glucémico medio-alto) antes del entrenamiento, para, de esta manera, lograr que el cuerpo obtenga energía a través de estos carbohidratos y no catabolice.

Cabe decir, que, para personas que se suplementen, los batidos proteicos suelen contener azucares que ya producen este pico sin necesidad de tomar otros carbohidratos aparte.

Añadir que existen autores que sostienen que provocar un pico de insulina en el post-entreno disminuye la producción de la GH (hormona del crecimiento).





Riesgos de la excesiva producción de insulina

La excesiva producción de picos de insulina puede ocasionar trastornos a largo plazo del sistema fisiológico, en individuos sanos, no se recomiendan más de 2 o 3 picos diarios inducidos de manera no natural (tras una comida propia de nuestra dieta equilibrada).

Una producción excesiva de insulina produce la inmunidad a la larga y por lo tanto la hiperglucemia o “Exceso de azúcar en sangre”, ante la imposibilidad de la insulina de reducir este nivel de glucosa.

Como hemos dicho también inhibe la lipolisis por lo que “engorda”, asique no es indicado para periodos de definición o pérdida de peso.

Otros riesgos que acarrea son el desarrollo de tumores pancreáticos, y la posibilidad de contraer diabetes ya que, a la larga, el cuerpo desarrollará resistencia a la insulina (principalmente los receptores musculares), y ya no se originará una respuesta tan acentuada ante los aumentos de glucosa en sangre, de mantenerse esta situación, se podría desarrollar una diabetes tipo 2.
Otra situación indeseada, es que, una menor sensibilidad a la insulina de los receptores musculares, no implica que haya menos capacidad de acumular grasa, lo cual, dado que seguiremos teniendo una gran cantidad de glucosa en sangre al ingerir ciertos alimentos, nos provocará un aumento de % graso.





Conclusión:


Lo ideal es, salvo en los dos momentos anteriormente especificados (tres en el caso de ectomorfos), consumir hidratos de carbono complejos (de índice glucémico medio o bajo) de forma frecuente para mantener un nivel de insulina estable, minimizando los picos, lo que nos permitirá tener energía y controlar nuestro apetito, maximizando la ganancia muscular y la pérdida de grasa.




Bibliografía:

Cambiatufisico.com.  La insulina en el culturismo. [Internet] [27 de febrero 2015] [Español] Disponible en:

Wikipedia.org. La insulina. [Internet]  [15 de octubre de 2015] [Español] Disponible en:

Corpusmagro.wordpress.com. La importancia de los “Picos de insulina” en musculación. [Internet] [Español] Disponible en: https://corpusmagro.wordpress.com/alimentacion-y-suplementos-deportivos/tu-dieta/133-2/